lunes, 13 de septiembre de 2010

ANATOMIA DE TÓRAX

ANATOMÍA DESCRIPTIVA DE LA CAVIDAD TORÁCICA : TRÁQUEA, PULMONES Y ESÓFAGO.
La tráquea es un tubo cilíndrico de unos 12 cm de longitud que comunica la laringe con los bronquios. Está formada por una serie de anillos superpuestos que lo dotan de movimiento para adaptarse a los giros del cuello, así estos anillos están compuestos en su mayoría por cartílago, lo que mantiene siempre a la tráquea permeable, evitando el colapso de las paredes aunque existan presiones del exterior.
La función principal de la tráquea es conducir el aire desde la laringe hacia los bronquios. Por la parte interior ( luz del tubo ) está tapizada por un epitelio mucoso ciliado de manera que es el responsable de secretar moco y actúa como un mecanismo de defensa para atrapar partículas de polvo, microbianas… que quedan retenidas en ese moco para posteriormente y por acción de los cilios son trasportados hacia la glotis. De ahí pasan al esófago y del esófago al intestino donde se eliminan, e incluso pueden provocar una irritación en la laringe y ser eliminados por tos.
La tráquea finaliza ya dentro de la caja torácica y termina en una bifurcación que se llama carina traqueal que es el punto donde se originan los 2 bronquios.
Los bronquios son 2 tubos de material muscular y cartilaginoso cuya función es dirigir el aire a cada uno de los pulmones.
Cada bronquio se va subdividiendo sucesivamente en 2 de acuerdo a una estructura arboriforme, constituyendo en conjunto lo que se denomina árbol bronquial.
Inicialmente se denominan bronquios principales a los que penetran en cada pulmón, luego con un diámetro menor serían los bronquios lobares (los de cada lóbulo pulmonar) , luego más pequeño todavía lóbulos segmentarios (para cada segmento pulmonar). O de forma más genérica bronquios primarios, secundarios, terciarios y así sucesivamente de forma que el diámetro se hace menor a medida que se van dividiendo y también va disminuyendo la cantidad de cartílago presente, así cuando los bronquios alcanzan un tamaño muy pequeño y ya no tienen cartílago en la pared ese bronquio recibe el nombre de bronquiolo.
Los bronquiolos continúan también ramificándose disminuyendo el diámetro y adelgazando el grosor de la pared, de forma que el área que controlan cada vez es mayor, este hecho es lo que explica que la velocidad de la entrada de aire sea cada vez menor.
El último bronquiolo que existe no se subdivide, no contiene cartílago y no contiene glándulas mucosas. Este bronquiolo finaliza en el alvéolo pulmonar, que tiene una estructura como una bolsa de paredes muy delgadas en la que se realiza el intercambio gaseoso.
Este alvéolo está totalmente rodeado por capilares sanguíneos y se calcula que en un adulto normal existen aproximadamente unos 300 millones de alvéolos pulmonares que desplegados proporcionarían una superficie de contacto con el aire de al menos 75 m. A través de estas estructuras se produce la difusión de oxígeno al cuerpo y la difusión de dióxido de carbono al exterior.
Los pulmones son 2 masas esponjosas que se sitúan dentro de la caja torácica y que están constituidas por los bronquios, por los bronquiolos, por los alvéolos pulmonares y por toda la red sanguínea responsable del intercambio gaseoso.
El pulmón derecho es mayor que el pulmón izquierdo y en él se pueden reconocer 3 divisiones llamadas lóbulos. En el pulmón izquierdo y debido a la presencia del corazón sólo existen 2 lóbulos. Ambos tienen forma piramidal con la parte inferior que es la base y la parte superior que acaba en punta y que es el ápice.
El espacio que existe entre ambos pulmones se denomina mediastino y está ocupado por la tráquea, el corazón, la parte externa de los bronquios y de todos los vasos sanguíneos que entran y salen en los pulmones.
Además existe un revestimiento epitelial que recubre ambos pulmones y la pared interna de la caja torácica, y este revestimiento recibe el nombre de pleuras. Entre estas 2 pleuras no existe separación, sólo existe un líquido seroso que permite el movimiento entre ambas y resulta imprescindible para los movimientos respiratorios.
La principal función de las pleuras es mantener en contacto al pulmón con la caja torácica, de forma que los pulmones se expandan cuando lo hace el tórax y que siga fielmente los movimientos respiratorios. La entrada de aire en el espacio pleural supone la separación de las pleuras y por tanto el colapso del pulmón, esto se denomina neumotórax y son muy comunes en traumatismos frontales. Los neumotórax alteran el ritmo respiratorio.
La función de los pulmones es aportar oxígeno a la sangre no oxigenada que les llega del lado derecho del corazón, que ha recibido toa la sangre de todo el organismo a través de la vena cava.
Este aporte de sangre que recibe el pulmón es muy importante y debe igualar en volumen a la cantidad de sangre que sale de la parte izquierda del corazón para irrigar todo el cuerpo.
El circuito por donde circula este volumen de sangre se denomina circulación pulmonar y está constituida por la arteria pulmonar que sale del ventrículo derecho y se bifurca en 2 arterias secundarias, una que va para el pulmón derecho y otra para el izquierdo. Estas arterias pulmonares cada vez se dividen en arterias más pequeñas, convirtiéndose en arteriolas y posteriormente en capilares sanguíneos, que llegan hasta los alvéolos pulmonares, de forma que el oxígeno que estos contienen procedentes de los movimientos inspiratorios se pasan a la sangre que recibe el oxígeno. La sangre que ya está oxigenada se recoge en el extremo venoso de estos capilares y a través de las venas pulmonares se dirigen al lado izquierdo del corazón donde se va a bombear para todos las células del organismo.
Además de esta articulación pulmonar en los pulmones existe otra articulación que es aquella que aporta sangre oxigenada a las estructuras implicadas en este proceso que no son capaces de sobrevivir con el oxígeno atmosférico que pasa a través de ellas, y esta estructuras son : los bronquios, las pleuras e incluso algunos bronquiolos y alvéolos. Esta circulación se denomina circulación bronquial, de forma que en los pulmones existe una doble irrigación que en condiciones normales nunca están en contacto.
ANATOMÍA DESCRIPTIVA DE LAS PAREDES DEL TÓRAX, ESTERNÓN, COSTILLAS, VÉRTEBRAS DORSALES Y MÚSCULOS.
ES la estructura ósea que protege todos estos órganos que acabamos de ver y está compuesto por :
Columna vertebral en el segmento torácico
Costillas
Esternón
La columna vertebral torácica está formada por 12 vértebras y los 12 discos intervertebrales que los unen.
Las costillas aunque son huesos independientes constituyen el armazón óseo principal de la caja torácica funcionando como una unidad funcional conjunta.
Las costillas son huesos largos y curvos formados por una porción ósea que es posterior y una porción cartilaginosa que es anterior.
Las costillas son 12 y están articuladas en su parte posterior con los cuerpos vertebrales. Sólo las 7 primeras se unen directamente al esternón a través de los cartílagos costales, las 8, 9 y 10 se unen entre sí antes de hacerlo en un único punto al esternón.
La 11 y la 12 quedan libres y se denominan costillas flotantes.
El esternón es un hueso que se sitúa en la parte anterior delantera del tórax. Es un hueso plano con forma de espada corta que está situado en el reborde anterior o línea media de la caja torácica.
Está compuesto por tres huesos que se unen por placas de cartílago y sólo en una edad avanzada estas placas calcifican y forman una estructura ósea.
La porción superior se llama manubrio esternal que articula con las clavículas y en sus bordes laterales con la 1ª y 2ª costilla.
La porción media se llama cuerpo esternal y es lo que equivale a la hoja de espada, articulación lateralmente con las costillas 3ª a 7ª.
La porción inferior se denomina apéndice xifoides o punta de la espada que continúa la dirección del cuerpo hacia delante y hacia atrás.

EL CORAZÓN


El corazón se puede comparar con un trabajador incansable, que día y noche bombea el líquido que nos mantiene vivos: la sangre. Se calcula que el corazón late a un promedio de 70 veces por minuto en estado de reposo. Tiene forma de pera, mide 12,5 centímetros de longitud y pesa aproximadamente 450 gramos.
Este poderosísimo órgano se encuentra situado en el interior del tórax, entre ambos pulmones. Está formado por un músculo hueco llamado miocardio, el que a su vez se recubre en el lado interno y externo por el endocardio y el pericardio, respectivamente.
Posee cuatro cavidades: dos superiores, llamadas aurículas, y dos inferiores, los ventrículos. Estas cavidades están separadas por tres tipos de tabiques: el interauricular, que divide las aurículas; el interventricular, que divide los ventrículos, y el auriculoventricular, que separa las aurículas de los ventrículos.
Ahora que ya sabemos cómo está formado nuestro corazón, te habrás preguntado cómo se comunican sus cavidades, si aparentemente hay tabiques que las separan. Pues bien, te lo vamos a explicar: la aurícula derecha comunica con el ventrículo derecho por un orificio llamado auriculoventricular derecho. En los bordes de este agujero se sitúa la válvula tricúspide.
La aurícula izquierda hace lo mismo con el ventrículo izquierdo a través del orificio auriculoventricular izquierdo, en cuyos contornos se encuentra la válvula mitral o bicúspide.
Estas válvulas son sumamente importantes, por cuanto dejan pasar la sangre desde las aurículas hacia los ventrículos, pero impiden el paso en sentido contrario.
Otras dos válvulas, denominadas pulmonar y aórtica, evitan que la sangre que está en las arterias refluya hacia los ventrículos.


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